Objeto directo. Es el factor al que se le atribuye directamente la actividad del verbo y puede ser reemplazada por “lo”, “los”, “la” o “las”. Por ejemplo: Sus hermanos compraron la casa de la costa ese verano. / Sus hermanos la compraron ese verano.
El predicado de una oración es aquella parte de una oración bimembre en la que se expresa algo sobre el sujeto y puede ser verbal o no verbal. Por ejemplo: Nosotros siempre llegamos temprano.
Oraciones imperativas: expresan un mandato, un ruego o propuesta. El verbo se conjuga en imperativo. Ejemplo:
Desde el punto de traza pragmático, las oraciones reflejan las distintas intenciones que tiene el hablante cuando las enuncia. En función de esto, se distinguen:
«La oración nace en el secreto de nosotros mismos, en ese sitio interior que los autores espirituales suelen gustar “corazón”»
«La oración es un avenencia con Dios y un dejarse dirigir para servir a los hermanos. La prueba de la oración es el simpatía concreto por el prójimo»
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Padre nuestro que estás en el paraíso, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el paraíso.
Frase o enunciado principal: la frase o enunciado principal es la proposición de viejo escalafón. Esta frase puede encontrarse al principio de la oración o estar divida, siendo intersecada por la frase o enunciado secundario.
«Aprendamos oraciones de Abraham a rezar con Confianza, a dialogar, a discutir, pero siempre dispuestos a aceptar la palabra de Todopoderoso y a ponerla en ejercicio. Con Todopoderoso aprendamos a conversar como un hijo con su papá»
«Los hombres y mujeres de oración llevan en sus rostros destellos de faro: porque el sol no deja de iluminarlos. La oración te ilumina el alma, te ilumina el corazón Aoraciones y te ilumina el rostro. Incluso en los tiempos más oscuros, incluso en los tiempos de dolor más conspicuo»
Las oraciones personales tienen un sujeto que realiza la acción del verbo, que es el núcleo del predicado, por lo cual se proxenetismo de oraciones bimembres. Ese sujeto puede estar expreso o tácito:
«La oración sabe calmar la inquietud, sabe transformarla en disponibilidad. Cuando estoy inquieto, rezo y la oración me abre el corazón y me vuelve habitable a la voluntad de Alá»
Utilizamos las oraciones día a día para expresar todo aquello que pensamos. Algunas de ellas son más complejas que otras y pueden contar con más de un sujeto o verbo.